El despido por bajo rendimiento, también conocido como despido disciplinario por causas objetivas, se configura como una medida extrema que la empresa puede tomar cuando el trabajador no cumple con las expectativas de desempeño establecidas en su contrato o en el convenio colectivo.
Este tipo de despido genera gran incertidumbre en los trabajadores, por lo que es fundamental comprender sus bases legales y los derechos que asisten a ambas partes.
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¿Cuándo se puede aplicar un despido por bajo rendimiento?
Para que un despido por bajo rendimiento sea considerado válido, la empresa debe cumplir con los siguientes requisitos:
- Existencia de un incumplimiento grave y culpable de las obligaciones del trabajador: El bajo rendimiento debe ser objetivo, medible y comparable con los estándares de desempeño establecidos para el puesto de trabajo.
- Comunicación previa al trabajador: La empresa debe haber comunicado al trabajador las deficiencias en su rendimiento y haberle dado la oportunidad de mejorar.
- Graduación de la sanción: La empresa debe haber aplicado medidas disciplinarias previas al despido, como amonestaciones o suspensiones de empleo y sueldo.
- Respeto al procedimiento legal: La empresa debe seguir el procedimiento legal establecido para el despido disciplinario.
¿Qué derechos tiene el trabajador?
Conoce al detalle los derechos del trabajador en caso de despido por bajo rendimiento:
1. Impugnar el despido:
El trabajador tiene derecho a impugnar el despido por bajo rendimiento ante la jurisdicción social. Para ello, debe presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social dentro de los 20 días hábiles siguientes a la fecha de la notificación del despido.
En la demanda, el trabajador deberá alegar los motivos por los que considera que el despido es improcedente, como por ejemplo:
- Falta de objetividad en la evaluación del rendimiento: El bajo rendimiento no se basa en criterios objetivos y medibles.
- No se ha comunicado al trabajador las deficiencias en su rendimiento: La empresa no ha informado al trabajador de las áreas en las que debe mejorar su desempeño.
- No se ha dado la oportunidad al trabajador de mejorar: La empresa no ha implementado medidas para que el trabajador pueda mejorar su rendimiento.
- No se ha seguido el procedimiento legal: La empresa no ha seguido el procedimiento legal establecido para el despido disciplinario.
2. Recibir una indemnización:
Si el despido por bajo rendimiento es considerado improcedente, el trabajador tiene derecho a una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
El cálculo de la indemnización se realiza de la siguiente manera:
Indemnización = 20 días x Salario bruto diario x Antigüedad
Ejemplo:
Un trabajador con un salario bruto mensual de 2.000 euros y una antigüedad de 5 años que es despedido improcedentemente por bajo rendimiento, tiene derecho a una indemnización de:
Indemnización = 20 días x (2.000 euros / 30 días) x 5 años = 13.333 euros
3. Prestación por desempleo:
El trabajador que ha sido despedido por bajo rendimiento puede acceder a la prestación por desempleo, siempre que cumpla con los requisitos establecidos.
Estos requisitos son:
- Estar afiliado a la Seguridad Social: El trabajador debe haber cotizado un mínimo de 180 días en los últimos 6 años.
- Estar en situación legal de desempleo: El trabajador debe estar inscrito como demandante de empleo en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
- No tener rentas superiores al límite establecido: El trabajador no puede tener ingresos que superen el 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Aspectos clave a tener en cuenta:
- Diferencias con el despido improcedente: El despido improcedente se produce cuando no existe causa legal para el despido, mientras que el despido por bajo rendimiento se basa en un incumplimiento grave y culpable de las obligaciones del trabajador.
- Importancia de la asistencia legal: Contar con un abogado especialista en derecho laboral es fundamental para defender tus derechos en caso de despido por bajo rendimiento.
- Plazo para impugnar el despido: El plazo para impugnar un despido por bajo rendimiento es de 20 días hábiles desde la fecha de la notificación.
El despido por bajo rendimiento es un tema complejo que requiere un análisis individualizado de cada caso. Si te encuentras en esta situación, es fundamental que consultes con un abogado especialista en derecho laboral para que te asesore sobre tus derechos y te ayude a defender tus intereses.
Referencias legales:
- Estatuto de los Trabajadores (ET): https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2015-11430
Ley de Procedimiento Laboral: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1995-8758